viernes, 29 de agosto de 2008

Quiero ser millonario ayer!!!





Un problema clásico para mí como cocinero y también como cliente de muchos restaurantes y locales nocturnos, es que los dueños de estos establecimientos comerciales demuestran siempre estar apurados por recuperar la inversión que han hecho y comenzar a llenarse los bolsillos. No importa lo que ellos digan al iniciar su negocio, ni lo que gasten para decorar el local; si alguna vez existió un ideal que se suponía iba a regir en el estilo del sitio (bien sea para el estilo de la comida, el tipo de servicio o el tipo de clientes que deben entrar) pasados tres o cuatro meses de funcionamiento del sitio, si los ingresos no proyectan ganancias, comienzan inmediatamente los cambios.

En ese momento es cuando podemos ver que los restaurantes desmejoran el servicio (porque tienen menos mesoneros, recortan la nómina), desmejora la calidad de la comida (porque compran ingredientes de peor calidad y más económicos) y pueden llegar hasta a cambiar el estilo que venía siguiendo el restaurante (porque deja de interesarles cómo sirve el restaurante y comienzan a centrarse en el dinero que ingresa). En el caso de las discotecas no es mucha diferencia, cambian de nombres y dejan de ser “tan exclusivos” o en cambio, si están en una zona que los hace prosperar, llenan el local con nuevas exigencias y precios altos diciendo que son “más exclusivos”.

Al final de la historia el único que sale afectado es el bolsillo del cliente, pero eso es algo que parece no importarnos mucho. En un país que se dice estar en crisis económica, donde las palabras que más se escuchan son “no hay rial”, recién saliendo de una escasez de alimentos, con precios que alcanzan el doble o a veces más de lo que estaban hace solo 10 meses, parece ser completamente normal encontrar llenos todos los restaurantes de lujo en Caracas.

Será que a nosotros los venezolanos no nos gusta sentirnos pobres, que nos indigna darnos cuenta que no podemos darnos esos lujos y vamos a los restaurantes para sentirnos que todavía podemos “vivir bien” y mientras más caro es el restaurante resulta mejor para nuestra psiquis.

Creo que es mas importante que como clientes nos demos a respetar, no se pueden permitir este tipo de abusos, estos atentados a nuestra economía que tanto ignoramos. Es ilógico que paguemos precios que están a la par de los países mas caros del mundo, considerando que mucha de la materia prima de los restaurantes es producto local y que si en alguna preparación se utiliza algún ingrediente importado, se hace colocando la menor cantidad posible de éste. Sólo por decir que lo contiene, pero muchas veces no lo podemos ni siquiera detectar en el plato. Un ejemplo simple de ello lo vemos al los restaurantes de sushi, ¿cuántos de estos restaurantes usan el arroz japonés que corresponde? ¿no han notado que la salsa de soya cada vez sabe menos a soya y es menos obscura? O en el caso de otros restaurantes, ¿es realmente arroz arbóreo lo que le sirvieron en su risotto? ¿qué tan fresco está el foie gras que compró y cuánto le sirvieron? … Y al final de la historia, ¿cuánto le costó la cena?

Fuimos millonarios y no nos dimos cuenta. Una frase que se usaba mucho hace algunos años y se refería a la venezuela saudita de la que yo muy poco recuerdo porque poco la viví. Hoy en día no podemos darnos tantos lujos, y para evitar que cada vez sean menos, debemos tomar conciencia de lo que comemos y no permitir el abuso.


FUENTE DE LAS IMAGENES: http://www.dreamstime.com






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3 comentarios:

hALE dijo...

hahaha pero que buen post crovato :), tienes toda la razón en lo que dices.
Debo decir que el final me dió un poco de risa.
Está bien que reclames, que la gente entre en consciencia.

Nelson / Glass dijo...

ufff q bueno este Post :) si todos fueramos cocineros nos dariamos cuenta de estas cosas inmediantemente :) pero al menos tenemos a Jorge q nos ilumina :)

Maria Luisa dijo...

Gracias Jorge por tus buenos deseos.

QUé bueno este blog y este post!!!